La Inés de
Zorrilla
tiene ya un
don Juan
que con
labia expresa
la llevó a
su hogar,
hogar de
Podemos
nada
celestial.
Pero en él
habita
cada día más
como la
costilla
de este
nuevo Adán
de coleta al
viento
para
discrepar
en el
Parlamento
supranacional.
Él se llama
Pablo,
ella Irene y
tal.
Juntitos los
dos
¡qué pareja
guay!
Perdida la
pobre
la
virginidad,
ahora es
rica rica
de
solemnidad
haciendo
preguntas
a la
Autoridad
sobria de
Rajoy
que está en
un altar
por la
decisión
libre y
popular
de la
españolía
más justa y
central.
Vayamos a
ver
en qué
quedará
la
portavocía
femenina
actual,
pues la
bicha Eva
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