Por un ojo
de la cara
de Zapatero…
, a pagar
le ha salido
a este Gobierno
la
desalación del mar.
No sé
cuántas plantas puestas
que ningunas
aguas dan,
no sé
cuántas clausuradas
ni cuántas
que cerrarán;
no sé
cuántas le bastaran
al titánico
patán
que con
Narbona ministra
superó el
mal albarán
presupuestado
al efecto
por su
incontenible afán.
Todo porque
el río Ebro
-falso
hijastro catalán-
no se
trasvasara a Murcia
y otras
zonas de ese plan,
como habían
proyectado
los
ingenieros de Aznar.
Que era
costoso, decían,
que no se podía
obrar,
que agravaba
gravemente
el interés
nacional
y que iba a
ser más barato
quitarle a
la mar la sal.
“Niporesas”,
Zapatero,
pues
agotaste el caudal
de dinero de
los bancos
y de la
Administración Central.
Porque mira
tú por dónde
te
equivocaste, sin más
que
comparemos tus obras
con las de
otro mandamás.
Solo han
crecido las deudas
y en los
juzgados están
algunos
“interesados”
en semejante
astracán.
Sin agua
para beber,
sin agua
para regar,
los dos
reinos del sureste
le han hecho
al cielo llorar.
Por ti ha
llorado de sobra
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