Parece que
lo de Bono
no hace
justicia a su nombre
pues de
bueno muestra poco
(según ABC)
ese hombre.
Del Yak al
Cougar va un moco,
pero de ahí
a que se moje
llamándole
mentiroso…
no existe
mayor reproche,
ya que
mentir, ¡oh sonrojo!
supone un
gran descoloque
entre los
dichos y el fondo
de la
cuestión que se toque.
¿Quosque
tándem, homobono,
quosque
tándem el enroque
de ser
servido a su antojo
por más de
tres servidores
del Estado,
hombro con hombro
como si fuera
un prohombre?
Ya no es
nada más que otro
de La
Mancha, sin renombre.
Lo demás es
mostrar morro
por donde
pisa y por donde
quiera
sentirse tan cómodo
como el
perro de San Roque.
La guardia
civil tampoco
tiene que
estar troche y moche
para su
simple acomodo
de la mañana
a la noche.
¡Ni que
fuera usté un cohombro
plantado con
los honores
de cuando
mandaba en todo
el ejército
a sus órdenes!
Se acabó el
oro y el moro
de los
puestos de favores,
que el país
está hasta el gorro
de tramposos
y gorrones.
Hubo un tiempo que florecieron como setas...
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