Comenzó en Primavera
con las flores abriéndose
y no sabía qué era.
No poseía Amor,
que ya apuntaba a dármelo
Cupido el flechador.
¡Cuán honda fue su herida!
Aún no ha cicatrizado.
Me durará la vida.
Llegó el verano flámulo
con una ninfa rubia
que le dio ardiente pábulo.
Y en la intensa estación
quedó supercolmado
mi alegre corazón.
Vino el Otoño entonces
y todo fue distinto
en los campos de amores,
más sosegado este
que aquellos anteriores
y con mi propia veste.
Me encuentro en el Invierno.
Me quedan dos opciones:
cielo abierto o infierno.
¿A cuál me acercaré?
Dios sabrá porque yo
mi final no lo sé.
Cuatro estaciones, cuatro,
como cualquiera vida…
puro y simple teatro.
Dispuesto estoy a hacer
un viaje de revuelta
a lo que pude ser.
Y no hice, qué pena.
Esa ha sido mi lucha,
mi sino y mi condena.
Este que veis ¿quién es?
Cualquiera de vosotros
en haz y envés.
Recordadme tal fui,
pues jamás renegué
ni de vos ni de mí.
Y que la eternidad
nos mantenga en su seno
de piedad y verdad.
918470225
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