te dices en
el banco que mira al río,
y el agua no
te escucha, se da contra las rocas
y sigue su
camino.
Sigue tú el
tuyo,
querido
amigo.
&&&&&
Tocas un
cardo
y las yemas
de los dedos duelen;
cortas una
rosa
y hasta las
espinas huelen.
&&&&
Voy a poner
un pie en la tierra
y tiembla y
tiemblo.
“Será
normal”, me digo,
pero lo
cierto es que soy viejo.
&&&&
Vuelvo la
vista atrás
y no veo mi
sombra.
¿Ando
perdido?
No sé. No
importa.
&&&&
Igual que
Antonio el Bueno
a orillas
del Eresma,
me paseo,
escribo y leo
por el río
de mi aldea.
&&&&
A un metro
del hormiguero,
que para
ella es un kilómetro,
acarrea la
hormiga su comida
para el
invierno.
¡Oh dulce
provisión!
“Ya llego”,
se va diciendo.
&&&&
Remate de
las fábulas:
No hagáis lo
que os muestro.
Las palabras
engañan,
sólo valen
los hechos.
918470225
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