cemento y
cristal…
son el
aposento
del hombre
habitual.
Compactos y
unidos
fraguan la
ciudad:
uno, masa
fuerte;
otro,
claridad.
Ambos le
sustentan
y al tiempo
le dan
morada y
mirada
frente al
huracán
de la vida
espesa:
ser y
trabajar.
En mi
pensamiento,
un sueño
ideal:
ver menos
cemento
y más, más
cristal.
918470225
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