la visita
del ángel de la inspiración
y oigo un
rumor en el despacho, silencioso,
en el que me
despacho con pasión de creador.
Es un rumor
de mercancías por la calle
que no ha anotado
bien el conductor mi dirección.
Llega el
ángel, me digo, pero se tarda y no responde
a mi impulso
retador.
¿Llegará al
fin
ese enviado
de las Musas o de Dios?
¿Entrará por
la puerta o la ventana?
¿Le veré yo?
Si es
divino,
quizás no.
Puede volar
sin alas,
y sin pies
ocupar mi habitación.
Sigo
pensando…
Y ¡oh, oh,
oh!,
se me
presenta lúcido diciendo:
“ya
escribiste el poema, mi amor.
Un hombre
solo todo puede
cuando le
llega su ocasión”.
91 8470225
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