viernes, 22 de mayo de 2020

La zurcidora perdedora


Era una señora
Zurcidora
Mi señora
Perdedora.
Perdía la aguja,
Perdía el dedal
Y perdía el hilo
Con el que enhebrar
Por el ojo vicioso
De piojo piojoso
De la aguja impar.
Dale que le das,
Mi dama de cuento
No hallaba contento
En su dulce hogar.
¡Ay, pobre costura,
Pobre costurera,
Pues por la angostura
No había manera
Ninguna de entrar.
Puntada sin hilo,
Puntada fatal:
Ni siquiera abriendo
Violetero ojal
En la chaquetilla
Bien ajustadilla
De un chulo cabal.
¿Y mis tijeritas,
Dó fueron a parar
Que no las encuentro
En ningún lugar?
No cortan ni un pelo
Las de mi marido
Siempre entretenido
En su propio afán
Con el internet
De aquí para allá
Que se va, que se va,
Se decía al reparar.
Como una hormiguita
Bordo mi ropita
Para así ahorrar.
He adelgazado
Y eso no está mal
Pero ¿dónde siso
La camisa, el chal,
La falda, el corsé
Y el sostén oval?
Y a ver ¿quién las gafas
Me escondió, que ya
Ni veo, ni coso,
Ni palpo, ni ná?
Y ahora ¿qué hago
Con este retal
Que me sobra y no sé
Dónde le ajustar?
Nunca te hagas vieja
Zurzidora andaluza,
Cruza, cruza, cruza
Los desniveles de la edad.
Ni por esos ni por esas
Te dejes maniatar.
Una señora como tú
Vale más, mucho más,
Que los bigotes de Fumanchú.
Hila, hila, hila,
La vida es un hilo
Con la Parca detrás,
Péndete siempre
De ese hilo ideal.
Y cuando llegue
La que tiene que llegar
Que te encuentre dispuesta
A coser y cantar
A zurcir y bordar,
A vivir y bailar.
Para eso escribí
Esta danza ritual
De versos sobre versos
Que habrán de perdurar.

918470225

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