del coronavirus virgo,
los médicos y enfermeros
se encuentran muy mal heridos.
Dicen que remite ya
ese bastardo bichito
pero me temo que aún
no hemos alcanzado el pico
de su destrucción masiva
y nos tiene compungidos
en el hogar de los padres
con la mujer y los hijos.
Tiempos de resignación
nos esperan a los vivos
que salgamos de este encierro
en que nos tienen cautivos.
Ni Semana Santa habemos
ni Feria de Abril o Libro,
ni universidad abierta
ni escuelas de artes y oficios.
La ciudad se encierra en casa,
el campo se halla vacío,
los pájaros ya no cantan
como antes de este trino.
Timados estamos todos
en nuestro propio escondrijo
enmascarillados y
sin respiradores chinos.
Dios nos libre de una muerte
casi segura en el sitio
que podamos ocultarnos
por un tiempo indefinido.
Dios nos libre, que otro no hay
ni divino ni adivino
que pueda y quiera salvarnos
hasta de nosotros mismos.
Socorro gritan los náufragos
buscando en el mar un risco
al que agarrarse cual Viernes
se agarró en su beneficio
allá por los novelistas
del viejo Romanticismo.
Socorro solicitamos
hoy los escritores lilos
que creemos que la vida
se nos dio para este oficio,
y nadie escucha ni lee
porque nos nota perdidos
en un sin saber qué hacer
muy lejos del Paraíso.
918470225