El corazón,
constantemente,
me llama y
me golpea
pero no le
abro siempre.
El corazón
me gotea
y apenas si
una idea
se me acerca
a la mente.
El corazón
insiste en suicidarse
¿y yo quién
soy para pararle?
Con quien
menos te lo piensas
el corazón
se te va
unas veces
adelante,
otras veces
hacia atrás.
Es un niño
caprichoso
que no sabe
más que amar.
A la derecha
no llega
por su
propia situación
y en la
izquierda se nos queda
con más o
menos pasión.
¡Ay corazón,
corazón,
el que te
puso ese nombre
debía tener
razón!
918470225
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