Después de
que no hiciéramos nada de nada
Por apear su
Dictadura, dura, dura,
Tras de
cuarenta años aguantada.
A Franco
muerto, tumba abierta
Al sol del
Guadarrama,
Cuya Cruz
sobre el monte se derrama
Como una
herida cierta
Que nos urge
y nos llama
A dejarnos de
guerras fratricidas.
Quitémosle,
si vos queréis, las ramas
De laurel
torpemente florecidas,
Pero no os olvidéis
nunca, mis carísimos hermanos,
De que murió
en la cama.
Démonos,
pues, las manos, ya que somos humanos
Y el amor
nos inflama.
91 8470225
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