ya le han
dispuesto un estanco,
cuenta el
docto periodista
Don Ignacio
Ruiz-Quintano.
Su
instalación en el IE
es caso
prioritario
para el
gobierno sanchezco
—Dios me
disculpe el palabro—
salido de una
censura
contra el
pepero Mariano,
ese gran
registrador
desde
los tiempos de antaño
que hubo de
beber el cáliz
de la pasión
tan amargo.
A ver si
llega Begoña
a la
posesión del cargo,
no sea que
se le escurra
por los
rayos rajoyanos,
que serán
jupiterinos
en el otoño
esperado,
un otoño más
caliente
que este
ardiente mal verano.
La mujer de
Pedro Sánchez
—Begoña de
tiros largos
en La
Moncloa viviente—
será cauta
por si acaso.
Si llegan
las elecciones,
—desde
arriba o desde abajo—,
es posible
que la dama
se queme en
un fuego fatuo.
Y entonces…
adiós, muy tristes
colocación y
trabajo.
Pedro
Sánchez, el Pepino
breve, torpe
y dispensario,
habrá de
rendirnos cuentas
del
presupuesto gastado
en tonterías
absurdas
y en
imágenes de pago.
91 8470225
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