tras haberla
vivido
apasionadamente.
Ni sé a qué
me convida
cuando me ha
sustraído
el poder de
la mente,
y, de capa
caída,
funciona
distraído
mi corazón latiente.
La juventud
huída
¿do está si
estoy perdido
y,
lamentablemente,
no encuentro
la salida
por donde se
me han ido
los que eran
mi simiente?
¡Ah de la
vida! Vida:
contesta al
dolorido
fluir de la
corriente
que recorre
la herida
del cuerpo
envejecido
de este
hombre aún presente.
Este hombre
que, suicida,
quiso buscar
sentido
a su vida
impaciente…
Y no lo
halló. Querida,
no más que
amor te pido,
amor, esa
otra fuente
que suplante
a la ida
de todo lo
vivido
vertiginosamente.
91 8470225
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