a “Mi
hermosa librería”,
el libro que
yo escribía
con ánimo
sosegado.
Ella, la
Coixet, ha izado
y es que su
filmografía
lo ha dejado
de mi agrado.
Voy a ver
“La librería”
en los cines
del cercado
y me quedo
enmarañado
en su sutil
geografía.
Librero fui
y lo he dejado
por otra puntual
manía
que me tiene
maniatado:
leer, leer,
día a día.
Acompañadme
al estrado,
gozad como
yo en la umbría
de la sala,
y a mi lado
batir palmas de alegría.
Isabel Coixet recría
lo que a mí me ha obsesionado.
Palmas, palmas yo daría
a este film tan bien rodado.
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