Y no lo es
por dos motivos principales. Primero, porque el anfitrión era el propio
embajador, don Carlos Midence, émulo de
su compatriota Rubén Darío por su prosa ensayística y su poesía lírica. Segundo, porque una de las más nobles
poblaciones del país hermano centroamericano, ahora departamento o provincia, se denomina Segovia, Nueva Segovia, de forma
homónima a la patria chica en que nació en 1502 su fundador y primer gobernador don Rodrigo de Contreras.
El desayuno
resultó exquisito y auténticamente “continental” (no diré que pantagruélico)
por la abundancia y diversidad de sus elementos nutricionales, mezclando
huevos, carnes, arroces, lácteos, patatas y frutas en suculentas formas de bollos
y frituras. Y café y zumo de naranja, por supuestísimo. Y todo ello -es natural- nicaragüense.
La charla, o
mejor, rueda de prensa, con proyección de documentales turísticos, culturales,
sociales y económicos, se celebró con motivo de la Fiesta Nacional Sandinista y
como consecuencia del desarrollo conseguido en estos últimos años de
“revolución en paz del pueblo trabajador”. (Un dato: el paro se halla en cifras
mínimas).
91 8470225
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