Los asesinos
muestran la saña
de su
rencor.
Bronca
cupera. Estulta hazaña.
Tristes
bandidos. Bizca piraña.
Más de un
traidor.
Las lenguas
ígneas de doble filo
rayan el
disco duro vinilo
como el
carbón.
No queda
plazo. No queda hilo.
Todos
quemados. Todo en vilo.
¿La
solución?
Diálogo.
¿Diálogo? Claro que sí,
con noble
acento sobre la í.
¡Constitución!
¿Dónde se ha
visto no hacerlo así?
Pues que lo
acepte el pitiminí
de
Puigdemont.
Vamos,
muchacho. Atrévete.
A nadie
engañas. Sonrójate.
Ve al
alimón.
De las
palabras a los hechizos
te resta un
trecho lleno de erizos:
91 8470225
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