Que Dios te
perdone, Blesa,
que aquí
nadie te perdona
la
inconmensurable broma
con que has
bajado a la huesa.
Tú mismo te
indemnizaste
con la Caja
que agotaste
hasta la
tumba postrera
que acoge tu
calavera.
Todos los
que te aplaudieron
cuando
repartías gracia
enseguida
enmudecieron
cuando
caíste en desgracia.
Así son los
corruptores.
Parecen unos
señores,
pero en plan
de roedores
roen hasta a
los mejores.
Tente tieso,
no levantes
el sepulcro
blanqueado,
que
simplemente te han dado
lo que tú
les dabas antes.
O quitabas,
vete a ver.
Deberemos
aprender
del mal
ejemplo, delito
que en los
juzgados se ha escrito.
Yo no hablo
por mí mismo,
hablo por el
personal,
al que
trataste tan mal
que responde
a tu cinismo.
Descansa en
paz tú que guerra
armaste con
el dinero.
Siempre es
este traicionero
91 8470225
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