Iros todos a
la porra.
Iros a freir
espárragos.
Iros, si
podéis, de gorra.
Iros a tomar
café.
Iros a tomar
marisco.
Iros a la
Cochabamba
o iros a San
Francisco.
Iros al
Caribe al sol.
Iros a la
Patagonia.
Iros adonde
queráis
con agua
fresca y colonia.
Iros, iros,
iros, iros…
del verbo ir
académico.
Es el nuevo
imperativo
correctísimo
y pandémico.
Ya curtido
en mil batallas
Pérez-Reverte
lo ha impuesto.
Iros muy
lejos del jefe.
Es un derecho
supuesto.
Iros los que
estáis demás.
Iros los que
vais de menos.
Iros con lo
que ganáis.
Iros y no
seáis memos.
Iros, pero
iros con tiento.
Iros para
regresar.
Iros, pues
es el momento
de lucirse y
no pensar.
Iros con la
cuenta a punto.
Iros del
trabajo al cabo.
Unos diitas
de asueto
nunca son
moco de pavo.
Iros, iros.
Yo me quedo
en el Madrid
Baden-Baden
con la
Cristina Cifuentes
por aquellos
que se evaden.
Yo me quedo
laborando.
Ya no estoy
para esos trotes.
Yo disfruto
con lo mío.
No me pego
yo esos lotes.
Hay que
descansar a tope.
Hay que
sentirse en pelotas.
Hay que
tumbarse en la playa
y no ser un
tuercebotas.
Los hombres
poneos firmes.
Las damas
poneos guapas.
Los niños
poneos gordos.
las niñas
poneos flacas.
Mucho baño,
mucho vino,
mucha caña,
mucho bollo,
mucho cante,
mucho baile,
mucha
fiesta, mucho rollo.
Y luego de
iros de farra,
venís y me
lo contáis
para que
escriba en papel
todo lo que
me digáis.
Adiós, muy
buenas, pandilla
de comecocos
vacantes.
Adiós, y que
a la revuelta
91 8470225
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