se extiende
por España y va de lao a lao
sin que los
españoles lo hayamos consensuao
en ningún
referéndum de antemano marcao.
¿A qué
entonces el caco Puigdemont
se sube al
Montjüic alto, parapeto o peñón,
arramblando
de gente una ignara legión
que intenta
separarse de su única nación?
A partir un
piñón se enfrenta el botarate
con este
gran marrón o disparate
que en sus
entrañas late
transformando
el cacao en chocolate.
¿Y no le para
nadie a este mamón
bravucón
chiquilicuatre, comandón
con la CUP y
la Esquerra en la ocasión
del
naufragio total, roto el timón?
Atención
catalanes y españoles,
suenan ya
las cantatas en bemoles;
tristes son
sus bravatas y sus sones;
hacen falta
no urnas, sí collones.
Vayamos
todos juntos en unión
de
emociones, ¡ale, ale!, al alimón,
y séase cual
sea la pasión,
que más no
nos distancie el corazón.
91 8470225
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