quiero darle a mi verso guita
para que se alargue ahorita
que el mundo se desgañita.
Es un tiempo este de hogaño
que no aporta más que engaño
a la historia que de antaño
transmitió algún ermitaño.
Bien sé yo que esto que escribo
en verdad no es de recibo
por muchos a los que en vivo
retrato, muestro y describo.
Y sin embargo mantengo
mi visión de lince luengo
pues jamás me desatengo
de lo que diciendo vengo.
Que estamos acollonados,
temerosos, acallados,
superados, vigilados…
por los villanos osados.
Iba a escribir con sosiego
y me ha salido este pliego
de descargo, en el que, ciego,
torpemente me despliego.
Si esto sirve para algo,
eso será lo que valgo,
antes que nada soy talgo
y más que podenco, galgo.
El popurrí así quedó,
no tendré la culpa yo,
el mundo me lo dictó,
que a mi vista descarrió.
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