Clínica Cemtro:
martes, diciembre,
dos mil dieciocho.
Un sol de gloria
luce en la puerta
pero me siento pocho.
Colonoscopia al canto,
Gastrocopia además.
¿Quedaré a salvo
como Santo Tomás?
Quizás, quizás, quizás.
Dan las cuatro y media.
Todo se remedia
en un pispás.
Paz. Me concentro.
Entro en el Cemtro
con gravedad.
Firmo el expediente
de Secretaría,
que de mí se fía.
Y la Iria mía
—¡oh mujer valiente!—
me mira riente
en la adversidad.
Terminada la prueba,
que estoy sano se comprueba:
Reluzco como el sol.
Muchas gracias, Señor.
Yo ya presentía
que su mano sería
mi apoyo mayor
contigo como Doctor.
¡He de vivir día a día!
a.sotopa@hotmail.com
918470225
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