¿Y qué es un pregonero? Un pregonero es el altavoz de las
excelencias locales en industria, agricultura, comercio, en hospitalidad y
creatividad, en ingenio y bellas artes, en toda suerte de trabajos, labores y
aficiones.
El Pregón no es una conferencia, no es una plática ni un
mitin ni un sermón, no es una lección de geografía o historia o las dos juntas,
no es una exhibición de cultura popular ni exquisita, pero es todo eso
resumido, concretado, adocenado y expuesto de golpe y con tino. Nunca ha de
resultar pesado, farragoso, discursivo, insolente, pretencioso o superior. Diez
minutos le bastan al buen Pregonador para enardecer al personal y auparse a
hombros de los mozos entre aplausos.
El Pregón debe ir directo al corazón antes que a la cabeza, y
por eso ha de llevar ritmo, rima y
armonía. La estrofa que mejor lo define y expresa es el romance, pero puede
componerse en quintillas, sextillas, décimas o coplas a la manera de los
juglares antiguos que surgían del pueblo y al pueblo se dirigían y le hablaban
en su propio lenguaje con pizcas de humor, candor y sensibilidad.
Cuídese la megafonía, escúchese en silencio, interrúmpase con
breves palmas (si las merece) y déjesele al voceador respirar con holgura y
satisfacción, con una botella de agua en el estrado o en el balcón del
Ayuntamiento, servida por los concejales o el jefe o la jefa de protocolo.
El Pregón es más bien un brindis, un himno, una incitación a
la fiesta, un aldabonazo a la vecindad, resuelto con voz gallarda y entonación
insinuante como las olas del mar.
El pregón debe suscitar la curiosidad del público asistente,
animar a abrazarse y a sentirse agradecidos a la vida (“que nos ha dado
tanto”). El Pregón es un grito de alegría, una explosión de felicidad, un
redoble de gargantas ufanas y compañeras, con “vivas” entrañables al lugar al que
a uno le invitan.
He pregonado toda mi vida desde que en Cozuelos de
Fuentidueña anunciaba por las esquinas los productos del “ultramarinos” de mis
padres, y lo he hecho en Segovia, Madrid, Barcarrota, Santamaría la Real de
Nieva, Fuentesoto, Cantalejo, Braojos, La Acebeda, Guadalix… , cantando y
ensalzando sus fiestas y ferias libreras, artesanas y patronales.
He pregonado a Vírgenes, mártires y santos. He pregonado a
San Roque, San Miguel, San Nicolás, el Corpus, la Asunción… He pregonado hasta
a Dios Nuestro Señor. Y he escrito letras poéticas a Loles León, María Luisa
Seco, Norma Duval y otras artistas de bandera. Normalmente les pagaron a ellas más
que a mí, pero no me importó. Casi todos mis pregones han sido pronunciados
“gratis et amore”.
Ahora me espera el municipio segoviano de Basardilla para celebrar a San Bartolomé el 24 de agosto. Allí os espero a todos, los residentes continuos y los foráneos circunstanciales.
Ahora me espera el municipio segoviano de Basardilla para celebrar a San Bartolomé el 24 de agosto. Allí os espero a todos, los residentes continuos y los foráneos circunstanciales.
91 8470225
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