Desde el campanario
lanzaron a la pava,
y ella voló, voló,
voló muy brava.
¿Quién estas costumbres
raras para?
No hay más que una, grande y libre:
España.
Pues a ver si este cuento
de una vez va y se acaba.
¡Con lo buena que está por Navidad
con cuchillo, tenedor, caldo y cuchara!
Adiós malas ardides,
adiós campanas.
¡Que suenen si es que son
las de un año de gracia!
a.sotopa@hotmail.com
91 847 02 25
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