jueves, 12 de diciembre de 2013
Madre y Virgen como un cristal
I
-Corre a Belén, dice un ángel,
entre sueños, a José.
Tu esposa ha de dar a luz
antes del amanecer.
La Madre será la Rosa
y el Niño será el Clavel.
(El Hijo que de ella viene
no tiene que ver con él)
Bajo la nieve camina
sobre un asnillo de miel
la Virgen; el Varón santo
la sigue, detrás, a pie.
Profecías de Isaías,
Malaquías y Daniel
han contado ya esta Noche
deslumbradora, y a fe
que José lo sabe todo
de los vates de Israel,
pues en sombras se repite:
-¡Señor, yo no la toqué!
En una Cueva han cantado
mil ángeles, y es de ver
cómo dan calor a Dios
una mulita y un buey.
II
Por los montes de Judea
van cantando los pastores.
A tientas buscan a Cristo,
entre fríos heladores.
-Cierra la puerta, José,
que estoy que muero de amores,
dice la Virgen María,
la Virgen de los Dolores.
El Niño, al que cubre ahora,
es Dios de los pecadores
y tomando el pecho gime:
-No llores, Madre, no llores.
De lejos vienen los Reyes;
de lejos, altos Señores
se van a postrar de hinojos
ante el Rey que es Rey de Herodes.
III
¿Por qué siguen las estrellas
brillando a pesar del día?
La Estrella de David era
el que en la cuna yacía.
José desclava un madero;
con otro una cruz perfila;
tiene los labios abiertos
la Virgen Santa María:
-¡Ay Dios, qué triste es nacer
en una Cueva…! La lima
de José pasa que pasa
sobre la madera fría.
Ángeles, pastores, reyes…
dejan la estancia vacía.
El corazón de la Virgen
tiene una espina…, una espina…
a.sotopa@hotmail.com
91 847 02 25
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