en el
nogaleño seno
de mi
cerebro sereno,
casi todo lo
que leo,
arrimo, toco
y preveo,
y huelgo
como recreo.
De esa forma
me mantengo
sin pegar
ojo y obtengo
rostro de
rancio abolengo.
Atento al paisaje,
atento
Y siempre,
además, contento:
soy
personaje de cuento.
Voy y quedo,
voy y vengo
y en la
senda me entretengo
pensando de
quién provengo.
Así que, al
igual que el viento,
permanezco
en movimiento
mientras
versos mil me invento.
Parezco un
todoterreno
alisador y
sin freno:
río, lloro,
gozo y peno.
(Mis padres
fueron así
y me
hicieron zahorí,
que no es
virtud baladí;
por tanto, aprended de mí)
918470225
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