quietito, y
a dormir,
que no está
para juegos
este mundo
infantil
que solo
juega a guerras
y a policías
tiquismís.
Nos dicen
liberarnos
pero nos
quieren sumitir
a su simple
mandato
de muy mal
cariz
para el
medio ambiente,
para mí y
para ti.
Guárdate de
ellos
y a dormir y
dormir.
Ea, ea, ea
al ralentí.
Duérmete, mi
niño,
que me da en
la nariz
que por
mucho que sueñes
todo seguirá
así:
unos contra
otros
hasta el fin
del fin,
triste
experiencia
la de este humano
frenesí
que nunca
habrá contento
de su hazmereir.
Quédate
conmigo…
y a dormir.
Dormir.
Pase lo que
pase,
seguiremos
aquí
esperando el
Edén
que una vez
fue a existir.
pipí, pipí.
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