¡Oh mañana
mansa!
Los árboles
alzando
al cielo
alto las ramas
y mis ojos
mirando
su belleza
callada.
En este
valle umbroso
levanté mi
casa,
la doté de balcones
y de
terrazas.
El aire se
detiene
en torno de
la valla
y mi alma
inconsútil
se sube a
las montañas
trepando
como un gamo
de cresta
coronada.
¡Oh
torrentes vibrantes!
¡Oh cumbres
solitarias!
¿En qué
estarán las piedras
pensando
ensimismadas?
Jamás me iré
de aquí
por donde
corre el agua,
orea el
jaramago,
vuela la
alondra y canta.
Jamás saldré
al tumulto
de la ciudad
blindada.
Jamás aspiraré
ni al oro ni
a la fama.
Estoy lleno
de libros
y estoy
lleno de gracia.
Ya lo he
ganado todo
y no he
perdido nada.
El viajero
que fui
lee, evoca,
descansa…
con las
puertas abiertas.
¡Mi casa,
ah, mi casa!
918470225
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