Le dijo el
ratón al gato:
como te
pille, te mato,
y el gato le
contestó:
acaso te
mate yo.
Pues Pablo
Iglesias Turrión
pudiera ser
el ratón,
y el gato, y
es que a eso voy,
el perezoso
Rajoy.
Soñaba un
mosquito aleve
que se comía
un león,
y el león,
en rapto breve,
se lo zampó
por simplón.
Así le
ocurrió a un tal Sánchez,
bocachanclas
y altanero,
que quiso
ser el primero
y amenguó su
propio ensanche.
Un apuesto
ruiseñor
se enceló de
una gaviota
y la
gaviota, mayor,
le dio una
carta con nota:
“Pico
tendrás, mas te falta
astucia y
tenacidad;
corre,
vuela, canta, salta”,
le concretó
sin piedad.
A animales
se parecen
los
políticos de turno;
cuando entre
sí comparecen
se calzan
altos coturnos.
Vaya, pues,
la fabulilla
para que
aprendan un poco
antes de que
llegue el coco
y les coma
la envidilla.
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