Ya
llegó el cortejo de la hipocresía
con
una incruenta, pobre artillería
en
la que el sí o el no se debatiría
a
favor o en contra de la Rajoy vía.
Ya
trescientas noches y trescientos días
vía
muerta están los dos a porfía
de
si el uno o el otro nos conducirían
a
un país mejor, qué dicotomía.
El
choque de trenes cuán mal nos haría
a
los subyacentes bajo esta aporía,
resumida
en claro: pura tontería,
ay
quién la sufriera, ay quién lo diría.
Ya
llegó el cortejo ¿y adónde se iría?
Bien
si alcanzan término, bien si alcanzan día
en
que ambos se junten en fiel sintonía
entre
el poder ser y lo que sería.
Lo
celebraríamos, lo celebraría
con
ansias gustosas de gran alegría
por
la vida suya, por la vida mía
con
sangre caliente… o con sangre fría.
Las
lanzas aparte, vuelva la hidalguía
de
este pueblo noble, fuera cobardía.
Si
se compusiera, ¡oh Dios lo que haría!:
volver
a ser a ser dueño de su propia honría.
918470225
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