El votante por delante,
el votado en su sillón,
nunca ocurrió otra ocasión
tan pactante y diletante
como en esta votación.
El “20 Diciembre” fue
-¿Se ve o no se ve? Se ve-
fecha de confirmación;
mas mal visto el panorama,
a nadie le da la gana
torcer su brazo a la unión.
¡Ay, corazón, corazón,
jugando con intereses
que a nadie otorgan razón:
unos, por partos reflexes,
otros por soe traición!
Al que entienda, Dios le atienda,
si es que de verdad se enmienda,
después de esta reflexión.
a.sotopa@hotmail.com
918470225
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