Me preparo para descansar en estas santas vacaciones y las posibilidades que se me ofrecen en la prensa dominical son altamente excitantes. De manera que me pongo como una moto. A lo mejor, algunas de ellas también os convienen a vosotros. Ríanse en el intermedio.
Viajar, viajar
¿pero adónde llegar?
¿A Toledo, a Granada
o a la costa salada?
¿A Valladolid
o a su extenso emparrado de vid?
¿A Zamora, la otrora
sede campeadora de la Urraca impostora?
¿A Palencia, a Almería
o a la Córdoba de la Judería?
¿A Segovia, mi amada
catedralicia y alcazareada?
¿A la luna de Valencia
y a sus fallas en incandescencia?
¿Al cántabro Santander
del hoy y el ayer?
¿Al Alicante
del turrón coruscante?
¿A Sevilla,
la pluviosa maravilla?
¿A Logroño, coño, coño,
como una monja cubierto hasta el moño?
¿A Málaga, la sultana
o a la Tacita de Plata…gaditana?
¿A Barcelona,
donde la bolsa ya no “sona”?
¿A los Amantes de Teruel
o a las Tablas de ley de Daimiel?
¿A Pontevedra,
ciudade da pedra?
¿A Ourense y Lugo,
como en los tiempos jóvenes me plugo?
¿A la ilustre Zaragoza,
que el Ebro roza mientras huelga la moza?
Y allí ¿qué ver o qué hacer?
Allá cada cual a su buen entender.
Para vivir, para soñar,
para escribir…¡Viajar, viajar!
(Esta retaíla no supone más que un aperitivo caminante. Busquen los lectores otras muchas oportunidades para deshacerse de la rutina laboral, y en ellas mejorarán su salud y su estabilidad mental. ¿Qué tal un balneario? OK).
a.sotopa@hotmail.com
918470225
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