¡Qué
jocundos, qué brillantes
se lucen en
las tertulias
ganándose
las alubias
más o menos
igual que antes:
los
periodistas tratantes
de cualquier
tema político
con estilo
ferolítico
y voces
altisonantes!
Hablan y
hablan por demás
de los
otros, de la gente
vulgar que
no abre la mente
sino con la
marcha atrás.
Orgullosos
los verás.
Ellos se
creen los jueces,
los jefes,
los mandamás,
y no sueltan
más memeces
porque no
les caben más
a estos
submarinos peces.
Conferencias,
reflexiones,
análisis de
ficciones
y otros
campos literarios
de distintos
idearios
generan tal
confusión
-por ser
asuntos muy varios
los que llaman
su atención-,
que entre
huevos y entre ovarios
discurren
sus comentarios
como un
juego de ping pong.
Esto de los
periodistas
-¡los
primeros de las listas!-
no lo
arregla ni el Wyoming.
Practican
mortal balconing
tirándose a
la piscina
de la
información que trina
por la
derecha y la izquierda
y vierten
mierda y más mierda
de la una a
la otra esquina.
La Verdad
¿quién la tendrá,
si tan
repartida está
y es dama
solo divina?
918470225
No hay comentarios:
Publicar un comentario