Whisky de oro en vaso helado
de cristal murano duro
yace a la vera del muro
bajo el que escribo asombrado.
Es la mañana de abril,
el mes más dulce y cruel
de un campestre vodevil
de flores sudando miel.
La vida se desparrama,
crece de dentro la tierra,
aves van de rama en rama
y mi alma en letras se encierra.
En el pecho una canción
de inmensa polifonía
se extiende a la luz del día
arrullando al corazón.
Primavera, no te vayas,
que quiero brindar contigo.
Pinos, pubos, olmas, hayas,
a vuestra sombra me abrigo.
Y que el río corra y corra
con pies descalzos veloz,
que aunque me enagüe la voz,
ni me la pierde ni borra.
a.sotopa@hotmail.com
91 847 02 25
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