Que llegue, que llegue
quien tiene que llegar,
pues Mateo está solo
con ganas de jugar.
Que llegue, que llegue,
que llegue como un pan
calentito en el vientre
del hilo umbilical.
Ya viene, Yria y Bernardo;
se oye su gay trinar
a la cigüeña; al cigoñino
se le puede palpar.
¡Oh misterio profundo
del papá y la mamá!
Mateo, que te veo
reir, llorar, hablar, jugar…
a.sotopa@hotmail.com
91 847 02 25
No hay comentarios:
Publicar un comentario