Bombonas, qué malas
mezcladas con balas
en el terrorismo,
mundial cataclismo
de efecto mortal.
Bombonas, fondonas
madres comadronas
del butano insano
que el factor humano
funciona a matar.
Bombonas maléficas
o mefistofélicas
en manos curtidas
para las paridas
del maldito gas.
Ya están Barcelona
en su rambla roma,
Ripoll y Sant Jus
-¡ay Jesús, Jesús!-
Cambrils y Alcanar
dispuestas al susto,
el pasmo y disgusto,
cual diana certera
del salto de fiera
del infiel a Alá.
Y ahora, compañeros
y dulces corderos
del sacrificado
y más que avisado
país catalá,
a echar culpas fuera
como si ello fuera
de causa exterior
y no de interior,
y llorar, llorar.
¡Oh mi Barcelona,
la que tanto sona
en letras de cambio
y en el gran recambio
de la triste edad,
escucha el clamor
que dicta el amor
de “todos conjuntos”
en estos asuntos
de la libertad!
91 8470225
a.sotopa@hotmail.com
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