Al asalto,
que no salto, del Gobierno
de la Nación
anda Podemos,
pero no
suelto, amarrado
por cordeles
periféricos.
Ya veremos
en qué paran
sus fluidas
Confluencias;
de momento
corren aguas
revoltosas y
revueltas.
Si poner de
acuerdo a dos
es tarea de
titanes,
poner de
acuerdo a doscientos
no lo hacen
padre ni madre.
Están al
caer los votos
en las urnas
decisivas.
Ojalá se les
congelen
en ellas las
sonrisitas.
Dibujan un Corazón
en el
Círculo Morado,
pero la
amorosa víscera
suele
partirse de infarto.
Aire, aire,
y que respiren
los votantes
a su antojo,
saltándose a
la torera
el dudoso
trampantojo.
Telegénicos
de “Tuercas”,
dicen que
son compasivos;
si es que no
fuera mentira,
es que les
falla un tornillo.
Junio se
alza y se calienta
en vísperas
de elecciones;
en ellas hay
que verter
más que
corazón, RAZONES.
Pues llegada
es ya la hora
de acabar
con la función
de tanta y
disparatada
Lo nuestro no tiene remedio...
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