Bellotas y castañas,
piñones y piñatas
almendras enmieladas,
limones y naranjas,
olivas gemináceas,
nueces encascaradas,
pistachos, avellanas
y uvas dulces y gachas…,
llegan al gusto y gracia
del paladar de infancia
en esta Noche Santa
de nieve y agua.
Dios Niño mama,
los ríos se hacen plata,
los angelillos cantan
desnudos hasta el alba
y los corderos balan.
José sierra, serraba,
María está alumbrada.
¿Y mañana, mañana?
El poeta se calla.
a.sotopa@hotmail.com
918470225
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