(celebrado en Jaén del 2 al 4
de octubre de 2015)
En Jaén
donde resido, aunque solo unos momentos,
permitidme
que os recite la Crónica del Congreso,
con la sal y
la pimienta que a tal acontecimiento
le imprimen
sus ilustrísimas señorías de RAECO,
en esta cena
sabática precedida del concierto
con el que
nos han tocado los NEGRESCOS ARTESCÉNICOS
la mente y
el corazón. ¡Va por vosotros, Maestros!
Por el
primer día entramos, por el primer día entremos
de este
cónclave elocuente por Vicente Oya propuesto,
Vicente Oya,
el gran Moisés sabio, entregado y egregio,
que mil
pruebas nos ha dado en anteriores encuentros.
Acto
inaugural: “Jaén, sinfonía en cuatro tiempos”.
¡Con qué
elegancia describe el Cronista el Santo Reino!
Ni una
palabra de más ni una música de menos.
Cada época
resuena y nos vibra en el recuerdo:
“Faros,
faros, faros, faros… Antecedentes
ibéricos,
Roma,
Cartago, los árabes, el Santo Rostro medievo,
contrastes
siglo tras siglo, tiempos malos, tiempos buenos…”
La Sala
Mudéjar muestra un largo y estrecho pleno
que tapa los
blancos muros desbordando los asientos.
El alcalde,
el diputado y otros prebostes excelsos…
con un nudo
en la garganta rompen el largo silencio
cuando
Vicente termina su encumbrado parlamento.
Hasta el muy
señor Obispo se ha quitado el solideo.
Don Antonio
Luis Galiano responde al Oya poético
con un
discurso afinado de ciudades y de pueblos
que han
engrosado la lista de los cronistas realengos
y han puesto
el mapa de España reescrito de pliego en pliego.
Después se
acerca con placas memorandas de desvelos
a los que de
plata y nieve ostentan canos cabellos
y a los ya
descapotados por encima del cerebro,
como al
Ángel Escribano, ¡ay, ausente por enfermo!,
a Juan
Infante “El Dornillo”, eximio valdepeñero.
a Martínez
Aguilar, el cordobés carloteño,
a Manuel
Rubio Capilla, en Belalcázar sirviendo,
y a Enrique
Gómez Martínez, ¡ándale al andujareño!,
con más de
25 años de antigüedad en RAECO.
De los nuevos
¿qué diré? ¡Pues que son nuestro reflejo!
Y como
estampa aquí evoco la del Aguinaga abuelo
abrazando al
benjamín de Calpe y su madre al cuello.
¡Oh anécdota
destacada! ¡Oh memorable memento!
Que Paco
Sala y Resalt a la Web los suban prestos.
Y luego, medallas,
fotos y más diplomas y premios
de enorme
emotividad en los ojos y en el pecho.
Comienza la
gran reata de los saludos y obsequios
a la digna
autoridad que nos recibe a pie quedo.
Todos llevan
en sus manos libros hermosos abiertos
y los ponen
al alcance de los lectores jaeneros
para que
aprendan su historia con hechos y dichos nuevos.
Se levanta
la sesión y el público, jaranero,
se expande
cuchicheando curiosidades sin cuento:
el Ángel que
se cayó, con algún rompido miembro,
la pipa
humeante y grácil del badajocense Alberto,
la silla de
Paula Flórez a por Jesús tentetieso,
Gonzalo con
su Ascensión la mesa nos bendiciendo,
María
Esperanza Morón esta vez ya sin sombrero,
Francisca Zafra a la mano de su amor Sánchez
Molledo,
Ramón
Estarlich Candel de familia presumiendo
con dos
Marinas al lado: “Mirad qué gracias que tengo”…
Pasamos al
patio adjunto. El cóctel se halla dispuesto.
Por encima
de nosotros no más que el techo del cielo,
y a la
diestra de la mesa, tomate en aceite, queso,
vino,
cerveza, jamón y tarta en el nonagésimo
cumpleaños
del decano nacional y madrileño…
La noche cae
y se viste como una dama de negro.
¡A dormir,
que es la hora exacta en la que nos vence el sueño
pero dándole
un respiro por las calles al ingenio:
este dice
que se cansa, ese que está medio muerto,
aquel… ¡cuán
dulce es la cama si hay himeneo y meneo!
El tres de
octubre aparece con un sol farandulero.
Desayuno en
la Entreplanta, y en la entrepierna ¿qué veo?:
café,
cereales, jugos, frutas, churros, pastas…¡huevos!
Todo eso es
lo que meten los colegas en el cuerpo.
A las nueve
en punto y hora, sentados los reverendos,
Asamblea
general con la Junta de Gobierno.
Se debaten y
se aprueban temas por demás internos:
qué, con,
cómo, dónde y cuándo gratamente resolverlos
y el por qué
y el para qué de los dichosos acuerdos.
Toma nota el
Secretario, ¡qué Secretario tenemos!
Luis Lisón
es pulcro, justo y pone en la voz un trémolo
que suspende
al auditorio desde el uno al otro extremo
de la sala
en que juzgamos lo hecho con los
dineros.
¡Cómo lee el
condenado, claro, de prisa y corriendo!
El informe
terminado, todos lo damos por bueno.
Presentación
de Ponencias. Ya desfilan los primeros,
ni por más o
menos listos, ni por orden alfabético,
sino tal
cual les tocara en un alterno sorteo.
Los
moderadores saben pararles con tiento a tiempo.
A las once
las mujeres, por su propia cuenta y riesgo,
al Museo
Provincial se escabullen sin remedio,
y en los
Baños de los Árabes (revestidos de azulejos)
gozan de Alá
y de sus obras con el ánima en suspenso.
¡Oh, mujeres
cronisteras, lindeza, apaño y gracejo
de sus
hombres estudiosos continuadamente inmersos
en las
historias pasadas de amplio reconocimiento!
Ellas son,
sin duda alguna, la estampa que más queremos,
un estímulo
constante… y hasta nuestro propio espejo.
Ved sus
nombres: Rosa y Ángeles, Eva, Gracia… ¿Sigo? Bueno.
Antonia,
Aurora, Isabel, Celia, Juliana, Consuelo,
Marina, Teresa,
Paula, Pepa, Dolores, Remedios,
Luisa,
Vicenta, Milagros, Carmen y Ana Galisteo,
Pepa,
Ascensión, Lidia, Amparo, Laudina, Nieves, Romero,
Emilia, Paca, María… ¡Basta, basta, que os
mareo!
A las dos y
media exactas comenzamos el almuerzo
en el Hotel
Condestable: amplio, alargado, soberbio…
Iranzo no
merecía menor establecimiento.
¿El menú? Entremeses
varios: sopa de chuparse el dedo,
botellas de
agua y de vino, filetes de puro cerdo
y crema de
chocolate suave, crujiente y ligero.
De allí a la
Sala Mudéjar vuelven, vuelven los Maestros
a exponer
sus enseñanzas al ritmo del minutero:
Domingo
Murcia Rosales, Soledad Lago Romero,
Guerra
Sancho, López Gómez y Galindo Albadalejo,
Alberto de
Badajoz, Enrique Alcalá de Priego,
Rafael
villacastino, Luis de Tomás, manisero,
el Galán de
Peñalsordo con calle en su propio pueblo,
Antonio
Linage Conde con ademán hondo y serio,
Miguel
Forcada Serrano, Gabriel Pieras, incaislero,
Antonio
Ortega Serrano, cordobista de Hornachuelos,
Clemente
Plaza, Leal, Adela de Carboneros,
René Payo,
Landelino, Carlos Alda, Santi Izquierdo,
Vidal,
Melgares, Troyano, Monteserín y Guillermo,
Paco Rivero
Domínguez, Goyo Nevado Calero,
Francisco
Paula Momblanch y José Antonio Mateos…
Y más
nombres y más nombres, a los que nombrar no accedo.
Colegas de
tomo y lomo, dénse, por favor, expuestos.
Y en estas
estando todos colmados y satisfechos
en charlas
supergraciosas por las terrazas al fresco,
etc, etc,
etc… ¡llega la Cena-Concierto!:
“Tres
morillas en Jaén” suenan con aliento
tierno,
Axa, Fátima
y Marién ponen el adiós perfecto.
Mañana será
un membrillo el domingo renaciendo,
así que a la
catedral a ver a Dios entre incienso,
y después de
la clausura del XLI Congreso,
hacia Úbeda
y Baeza como culto esparcimiento.
¡Larga vida,
trotaespañas! ¡Buena suerte, compañeros!
En el dos
mil dieciséis a Burgos en tren directos.
Mío Cid
salió de Burgos y a Burgos Nos nos
iremos
pluma en
ristre por la gloria del Rey don Felipe VI.
“Que nadie
falte a la cita”, grita Galiano riendo.
Y un aplauso
fervoroso resuena en el Santo Reino.
918470225
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