lunes, 5 de noviembre de 2012

EL PASO DE LAS HORAS, LOS DÍAS, LAS ESTACIONES

Esta escarcha de cristal esparcido.
Esta nieve turgente como piel de la tierra.
Este hielo planchado y escurrido.
Esta lluvia que tanta vida encierra…

Esto es invierno, “quien lo probó lo sabe”.
Las nubes se atormentan, se tiran de cabeza;
el árbol se desnuda; se esconde el ave;
reinan la frialdad y la tristeza.

Y yo aquí, como tú, en el espacio
de la desolación y la melancolía,
caminando despacio y más despacio,
hacia otra luz, hacia otro día.

¿Existirán? Lo ignoro.
Yo llevo ya la calavera cana
y monda de lo que fue oro
en una juventud lejana.

No me paré en las estaciones,
y así me fui como se van los trenes,
sin más contemplaciones
que con las que tú, ahora, te entretienes.

Que te vaya bonito, amigo mío.
En tanto que lo intentes,
te sobrevendrá el frío
sin parar mientes.

Deja en el paso al menos
un amor, una inquietud
y estos trémulos trenos
de laúd.

Por ti, por mí,
por el corriente ambiente,
por lo que vi y viví,
tente, tente presente
siempre, sí, sí.


T: 91 847 02 25
a.sotopa@hotmail.com

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